Tomando apuntes
La lectura de obras serias de teología debe ser activa, no pasiva. Parte de la actividad es el registro de lo aprendido. Si no eres un súper genio con una memoria fotográfica, tendrás que registrar lo que vas aprendiendo de una manera ordenada, lo que luego te permitirá recordar, analizar, sintetizar, evaluar y, finalmente, contestar. Se trata de tomar apuntes.
1. La meta de los apuntes
Si estás leyendo algún capítulo fundamental para un proyecto de investigación, debes poder resumir eficazmente lo que estás leyendo y plasmarlo en tus apuntes. Por un lado, debes resumir con el detalle suficiente para estar seguro de haber captado el sentido del autor. Por otro lado, tus apuntes deben ser un resumen, es decir, de una lectura de 20 páginas, no debes sacar 10 hojas de apuntes. Si ves que tienes la tendencia de apuntar demasiado, intenta leer hasta el final de las secciones del texto y entonces redactar un resumen de lo que has leído.
Estos resúmenes sirven para lograr por lo menos dos metas: (1) solidificar tu propio entendimiento –no podrás resumir escuetamente si no has entendido el texto que lees; (2) registrar información –si estás investigando, tus apuntes serán la materia prima, junto con tu propio pensamiento, para el trabajo o ensayo. Es mucho más fácil volver a leer tus apuntes que volver a leer todos los textos que has consultado en tu investigación.
2. La mecánica de tomar apuntes
¿Tomar apuntes a mano?
El sistema clásico que se enseñó durante décadas instruía a tomar apuntes a mano en tarjetas distintas para cada lectura. Este sistema está cayendo en desuso debido a la creciente preferencia por las herramientas digitales. El sistema clásico es realmente limitado, por varios motivos. Primero, los apuntes sobre los libros más importantes se tendrían que partir en muchas tarjetas. Segundo, no se pueden buscar palabras o temas en las tarjetas con la misma facilidad que en un ordenador. Tercero, es difícil hacer una copia de seguridad de tus apuntes. Cuarto, según la ortografía y grafía de cada uno, los apuntes a mano pueden ser difíciles de descifrar. Por eso, es recomendable acostumbrarse a hacerlo todo en formato digital.
Tomar apuntes en el ordenador
Usar algún sistema informático para tomar apuntes tiene muchas ventajas. Supera todos los obstáculos mencionados en el punto anterior. Después, puedes ahorrar tiempo tecleando tus citas e información bibliográfica una sola vez (luego sólo tienes que copiar y pegar cuando redactas). Además, como registras la cita una sola vez, puedes escribir con más precisión (precisamente porque la copias una sola vez, no dos o tres, así evitas más errores tipográficos).
3. El contenido de los apuntes
Por lo general, tus apuntes deberían incluir, por lo menos, dos cosas: (1) Contenido –debes registrar un resumen del argumento del autor según el orden de presentación de sus hipótesis y argumentos, sin entrar en valoración. (2) Valoración –también debes registrar tu valoración de sus argumentos, si son verídicos o no, si son útiles o no, y por qué. Recuerda que hay que distinguir claramente en tus apuntes entre lo que es del autor y tus propios resúmenes y valoraciones para luego no confundirlos cuando redactas un ensayo sobre el tema.
4. Unos consejos prácticos
Mas en «La lectura»:
- ¿Sabes leer?
- Tipos de textos académicos
- La pre-lectura
- Profundizando en los textos
- Hábitos personales
1. La meta de los apuntes
Si estás leyendo algún capítulo fundamental para un proyecto de investigación, debes poder resumir eficazmente lo que estás leyendo y plasmarlo en tus apuntes. Por un lado, debes resumir con el detalle suficiente para estar seguro de haber captado el sentido del autor. Por otro lado, tus apuntes deben ser un resumen, es decir, de una lectura de 20 páginas, no debes sacar 10 hojas de apuntes. Si ves que tienes la tendencia de apuntar demasiado, intenta leer hasta el final de las secciones del texto y entonces redactar un resumen de lo que has leído.
Estos resúmenes sirven para lograr por lo menos dos metas: (1) solidificar tu propio entendimiento –no podrás resumir escuetamente si no has entendido el texto que lees; (2) registrar información –si estás investigando, tus apuntes serán la materia prima, junto con tu propio pensamiento, para el trabajo o ensayo. Es mucho más fácil volver a leer tus apuntes que volver a leer todos los textos que has consultado en tu investigación.
2. La mecánica de tomar apuntes
¿Tomar apuntes a mano?
El sistema clásico que se enseñó durante décadas instruía a tomar apuntes a mano en tarjetas distintas para cada lectura. Este sistema está cayendo en desuso debido a la creciente preferencia por las herramientas digitales. El sistema clásico es realmente limitado, por varios motivos. Primero, los apuntes sobre los libros más importantes se tendrían que partir en muchas tarjetas. Segundo, no se pueden buscar palabras o temas en las tarjetas con la misma facilidad que en un ordenador. Tercero, es difícil hacer una copia de seguridad de tus apuntes. Cuarto, según la ortografía y grafía de cada uno, los apuntes a mano pueden ser difíciles de descifrar. Por eso, es recomendable acostumbrarse a hacerlo todo en formato digital.
Tomar apuntes en el ordenador
Usar algún sistema informático para tomar apuntes tiene muchas ventajas. Supera todos los obstáculos mencionados en el punto anterior. Después, puedes ahorrar tiempo tecleando tus citas e información bibliográfica una sola vez (luego sólo tienes que copiar y pegar cuando redactas). Además, como registras la cita una sola vez, puedes escribir con más precisión (precisamente porque la copias una sola vez, no dos o tres, así evitas más errores tipográficos).
3. El contenido de los apuntes
Por lo general, tus apuntes deberían incluir, por lo menos, dos cosas: (1) Contenido –debes registrar un resumen del argumento del autor según el orden de presentación de sus hipótesis y argumentos, sin entrar en valoración. (2) Valoración –también debes registrar tu valoración de sus argumentos, si son verídicos o no, si son útiles o no, y por qué. Recuerda que hay que distinguir claramente en tus apuntes entre lo que es del autor y tus propios resúmenes y valoraciones para luego no confundirlos cuando redactas un ensayo sobre el tema.
4. Unos consejos prácticos
- Inserta tus resúmenes y las citas en el bosquejo que hiciste en el primer repaso del texto.
- Registra bien las citas del autor, asegurándote de redactarlas bien, y que anotas correctamente la página donde las encontraste.
- Cada apartado del texto que lees debe contener una idea principal. Asegúrate de saber cuál es esta idea, y de poder resumirla junto con las evidencias o apoyos que el autor da para explicarla o fundamentarla. Incluso puedes convertir el título de algún apartado o sección en una pregunta y luego ver si eres capaz de dar la respuesta en tu resumen.
- Para asegurar que los resúmenes que sacas contengan tus propias palabras y no resulten ser plagios, aparta el texto que estás leyendo y redacta el resumen sin verlo. Si no lo puedes hacer así, debes volver a leer el texto y pensar sobre ello hasta que puedas resumirlo con tu lenguaje.
- Un consejo especial para los trabajos de investigación: si es posible, consigue una copia de todo texto esencial para tu investigación. Si te puedes permitir la compra de un libro importante, hazlo. Si no, saca fotocopias o copias en PDF de las porciones esenciales (¡dentro de los límites legales, claro!). Esto te permite volver luego al texto para releerlo. A veces, después de haber pensado y aprendido más sobre tu tema, leerás el mismo texto con otros ojos, descubriendo y entendiendo detalles que antes no te llamaban la atención. También, si el libro es tuyo, puedes tomar apuntes en los márgenes, subrayar frases y secciones claves, etc.
Mas en «La lectura»:
- ¿Sabes leer?
- Tipos de textos académicos
- La pre-lectura
- Profundizando en los textos
- Hábitos personales